Te lo cuento
VIRGA DAMNATA
Así la llamaban los romanos. Significa "varilla condenada" porque la usaban los esclavos. Pero en el Siglo XIX se consideraba el medio de transporte de las brujas. Es una imagen muy estereotipada: la bruja con su escoba.
¿Te cuento por qué?
Las que la Iglesia tachaba de "brujas" no eran más que mujeres que experimentaban con plantas medicinales. Esto estaba prohibido y castigado por Ley. En esa época, solo los hombres podían tener estudios de medicina. Ellas intentaban calmar diferentes males, en especial dolores menstruales que eran ignorados por los hombres. Por ese motivo estas mujeres se reunían en secreto para estudiar y usar estas plantas medicinales. Y acababan en la hoguera por diabólicas y pecadoras.
Pero probando probando descubrían hierbas alucinógenas como la belladona o la mandrágora. La sensación que les daba hizo que las usaran de forma frecuente.
Su ingesta les provocaba vómitos y no tardaron en averiguar otra forma de obtener su efecto: en ungüento. Y el mejor sitio para aplicarlo era en mucosas, en especial en los genitales. Lo untaban en la escoba, se subían en ella y ¡ale, a volar!.
¿Pero... por qué en una escoba? El motivo era que este artilugio estaba en todas las casas y en las ramas podían "camuflar" estas plantas
La primera evidencia de esto fue en 1324. Las "brujas" aseguraban que estos ungüentos les hacían alucinar porque la experiencia psicosensorial era tan intensa que de verdad pensaban que estaban volando. Sus efectos narcóticos les hacían creer que levitaban. A partir de ahí fueron representadas en pinturas volando sobre escobas.
Las brujas conocían estas plantas y lo más importante: la distancia entre la dosis certera y la letal.
La diferencia entre medicina y veneno, es la dosis.
Eso lo puedes aplicar para muchas cosas, no sólo con las medicinas. (No se aplica para vacaciones, dinero, dormir y mimitos...)